Cuando haya contacto con sangre, membrana mucosa o piel dañada; posible presencia de organismos infecciosos o peligrosos; situaciones de epidemia o emergencia; inserción o retiro de dispositivos intravenosos; extracciones de sangre; interrupción de inserciones venosas; exámenes pélvicos y vaginales; succión de sistemas de tubos endotraqueales no cerrados.