Además del componente educativo, esta estrategia pretende vigilar las tasas de manera mensual y evaluar las condiciones óptimas para que se dé la practica, haciendo periódicamente presentaciones a las jefaturas y médicos de los resultados de las observaciones y así poder realizar planes de mejora, analizando las posibles causas del “no cumplimiento”.
Todo esto dentro del marco de crear una percepción de seguridad y calidad de atención en el paciente, de los familiares y de los propios trabajadores de la salud.