El papel principal del observador consiste en observar de forma abierta y objetiva las prácticas y recoger datos sobre la higiene de las manos.
Los observadores deben familiarizarse con las indicaciones y los conceptos subyacentes, que deben ser capaces de aplicar, identificar, diferenciar y explicar.
Los observadores deben: poseer una amplia experiencia previa en la atención a pacientes y la gestión clínica.
Suelen tener además la responsabilidad de fomentar y en algunos casos de formar en la higiene de manos, de dar información retroactiva y comentar los resultados.
Saber y comprender cómo se lleva a cabo una campaña de promoción.